Y al decimotercer año… Resurrección

Domingo, 26 de mayo de 2013.-
Hubo una vez una película tan aburrida que estuvo a punto de durar catorce años. Era una peli mala, monocorde. A veces amagaba con giros argumentales que a la hora de la verdad no llevaban a ninguna parte, pues la trama siempre volvía a reconducirse hasta llegar exactamente al mismo punto. Por mucho que el protagonista se esforzara en conseguir el día perfecto, al término de cada acto estaba condenado a regresar al comienzo de la historia. Vuelta al principio una y otra vez, y para colmo teniendo que escuchar siempre la misma canción.

Mito de Sísifo, decían los clásicos; más recientemente Día de la Marmota, según la culturilla popular. Es cierto que esa comedia maquillaba un poco a su pariente griego poniendo un final feliz. Los dioses permitían al meteorólogo interpretado por Bill Murray escapar del “bucle Sonny & Cher” y una vez liberado de la canción pudo continuar su vida convertido en mejor persona. Pese a tener ese buen precedente, ni el atlético más optimista podía imaginarse que nuestra película pudiera tenernos reservado un final tan espectacular, tan fulminante.

Sin garantía ninguna de que la noche fuera a ser victoriosa, más de treinta mil chalados nos presentamos en el Bernabéu. Fuimos porque sí, porque había que estar. Añadir un poco de color rojo a ese paisaje habitualmente blaquecino era ya un triunfo, imaginar además que todo pudiera terminar bien parecía pretencioso… y sin embargo sucedió. Tan inesperado fue el acontecimiento que el sambenito de “los 14 años” acabó siendo mentira. Una falsedad parecida a lo de “los 40 años” de aquel Generalísimo que hace tiempo daba nombre a esta misma Copa. Estuvo treinta y muchos años mandando, pero se hizo tan largo que los historiadores optaron por redondear a cuarenta.

Volviendo al tema, mi hijo mayor tiene catorce años cumplidos y ya estaba en este mundo cuando Jimmy Floyd Hasselbaink y Jose Mari golearon a Bizarri. Por cierto, maldito Claudio Ranieri por lograr aquella victoria y permitir que el equipo se autodestruyera en los meses siguientes… mi hijo no lo recuerda con tanto detalle como yo porque él solo tenía ocho meses. Echando cuentas, el decimocuarto aniversario se habría cumplido el 30 de octubre de este 2013, pero tras el último partido de Liga alguien decidió que el contador tenía que subir de trece a catorce antes de tiempo. Quizá fue cosa de la prensa deportiva, siempre tan servil con su equipo favorito. Dieron por amortizada la final de Copa y calcularon que el Atleti no tendría más oportunidades antes de octubre. Se equivocaron, como casi siempre que hacen pronósticos cegados por sus propios deseos.

Varios - Somos socios del AtletiSomos socios del Atleti-El disco del Centenario (2003)

Como esto es un blog de rocanrol, he mirado en El disco del Centenario a ver si había algo que pudiera venir a cuento, una canción apropiada para estos días de emociones a flor de piel, de risas, de llantos y de ronquera. He encontrado una que podría servir, un peculiar I Will Survive.

Vaya por delante mi reconocimiento y gratitud a los forlanes, radameles, diegos (ribas/costa) y joaomirandas que vinieron de más allá del Atlántico para marcar los goles que nos hicieron felices, pero en todo corazoncito rojo y blanco siempre hay un espacio reservado para los jugadores de la cantera, esos chavales nacidos en Madrid y alrededores que consiguen hacerse un hueco en el equipo titular, como ese Gabi o ese Mario que se agigantan “derrochando coraje y corazón”. Hace un par de años empezó a tener minutos un tal Koke. Cuando me enteré de que se llamaba Jorge Resurrección me dio muy buena espina. “Me gusta su apellido, quizá sea un presagio de que las cosas empezarán a cambiar con este chico en el campo”, pensé. Y cumpliendo la corazonada, resulta que ese chico dio el pase del gol de la victoria, igualito que el que Geli dio a Pantic la vez anterior. Así que, en homenaje a Koke, vamos con Los Enemigos.

He tardado más de una semana en sentarme escribir esto, que han sido días muy agitados. Hemos celebrado sin descanso, como en las bodas gitanas, y ya que lo estamos viviendo con tanta alegría, déjennos ser felices un poco más. Esta tarde iremos al Calderón a aplaudir a los campeones y mañana lunes le contaremos a todo el mundo lo mucho que disfrutamos. A partir del martes que viene intentaremos ser un poco menos pesados.

De los Archivos A70, hoy recuperamos el contenido íntegro de “Andy Kaufman sigue vivo”, publicado originalmente el domingo 27 de noviembre de 2011, y de “We Salute You, Bucarest!”, publicado originalmente el martes 8 de mayo de 2012.